Incendio en Simeprode evidencia rezago en gestión ambiental y prioridades del gobierno de Nuevo León

En la planta de tratamiento de residuos de Simeprode, ubicada en Salinas Victoria, Nuevo León, el incendio volvió a evidenciar fallas de supervisión y de mantenimiento en una instalación clave para la gestión ambiental del estado.

Bajo reserva de identidad, empresarios de distintos rubros criticaron que la Secretaría de Medio Ambiente mantenga una política punitiva hacia las compañías privadas, mientras ignora el deterioro de sus propias instalaciones.

Los representantes señalaron que el organismo encabezado por Raúl Lozano Caballero impone sanciones severas a los sectores de construcción, minería, metalurgia y reciclaje.

A las cinco de la mañana, según datos oficiales, se desató el fuego dentro del complejo de Simeprode, localizado en el kilómetro 10.5 de la Carretera a Colombia. Personal de Bomberos y de Protección Civil estatal y municipal acudió para controlar el incendio entre montones de desechos industriales y domésticos.

Aunque el siniestro no dejó víctimas y fue controlado, las causas aún no se esclarecen. El director estatal de Protección Civil, Erik Cavazos Cavazos, admitió que la falta de recursos y personal impide una vigilancia constante y no descartó una causa deliberada.

“Nos clausuran por diferencias mínimas en permisos, pero en sus propias instalaciones ocurren incendios por falta de mantenimiento. Es un doble discurso”, afirmó un empresario del sector construcción. Otro, de una empresa extractiva, consideró: “Ya no se trata de cuidar el medio ambiente, sino de encontrar cualquier pretexto para multarnos. Pero cuando algo pasa en el gobierno, nadie asume responsabilidad”.

Residentes de Villas del Arco y Huertas de San Mario reportaron que el humo llegó a sus colonias pese a las declaraciones oficiales que negaban peligro. “Durante la madrugada se veía el fuego y olía a plástico quemado. Nadie vino a informarnos qué hacer ni si era peligroso”, comentó una vecina.

El conjunto de testimonios apunta a la falta de comunicación con la población y ausencia de monitoreo ambiental posterior, situación que elevó la preocupación vecinal.

Trabajadores de Simeprode indicaron que en los últimos meses se redujo el presupuesto y el número de técnicos especializados, lo que impacta las labores de mantenimiento y prevención.

Expertos en gestión ambiental alertaron que sin sensores térmicos, control de gases ni sistemas de detección temprana, las plantas de tratamiento son vulnerables a incendios.

Además, advirtieron que gran parte del gasto estatal se ha orientado a obras del Mundial 2026, como las líneas 4 y 6 del Metro, en detrimento de los proyectos ecológicos. “No es falta de conocimiento, sino de prioridades políticas. Se privilegia la infraestructura visible sobre la protección ambiental", expuso un académico.

El episodio alimenta la discusión sobre la política ambiental del gobernador Samuel García Sepúlveda, cuya administración ha defendido su labor, aunque el incendio en Simeprode refleja las limitaciones de su gestión para prevenir emergencias.